jueves, 3 de noviembre de 2016

Purgatorio



Eres
presencia  oscilante
de mirada perdida,
que busca detener el adiós
escondido bajo el burdo lazo
que abraza tu cuello,
creyendo
    que no irás al abismo. ´

Eres sombra,
alma hecha girones,
fruto de mala semilla;
fatigada existencia
que ni el oscuro vacio reclama

Eres un grito de horror
ante la lividez de un cuerpo
detenido en el  tiempo
detenido en la soledad;
un despojo despreciable
que ni el viento mece,
que ni la tierra recibe
… que ni la muerte
quiere cargar.


Pedro Glesc
03 de noviembre 2016

domingo, 8 de mayo de 2016

Madre, dónde tu naturaleza



Cortaron
tu arbolado vientre
no gimes de parto
no lloras en junio
solo gritas
de dolor
de impotencia

Tu lamento
se confunde
con rezos
entre arboles
entre pájaros
como rumor en el aire
            por tus hijos
            que te niegan

solo el viento murmura
tu recuerdo
como una oración

¡Ojos ciegos
de quien te mata!
¡Oídos sordos
de quien te mata!

¡Madre tierra
          la joven esperanza
juega en las banquetas
entre flores de azalea
y cantos de cenzontle

¡Madre tierra
                        se restablecerá tu simiente!






Pedro Glesc
Mayo 2016

A mi madre ya muerta



Palada tras palada
se borra  tu presencia
y me obliga a cerrar los ojos
para sentir tus besos
en mi lejana infancia

Una y mil muertes
salen de tus venas,
como mariposas
revoloteando
sobre la flama de la vida;
     lucero de tu alma.

Estoy confundido…

Cierro los ojos
me embriago de negaciones
recorro la afilada soledad
me refugio en el recuerdo
para esconderme
por donde dobla la noche

Cierro los ojos
            voy a donde los ya lejos
                        a donde los ya olvidados
para fundirme en la inconsciencia
en el lejano aroma de tu recuerdo;
para negar cada grano de tierra
que cubre tu cuerpo
ya muerto





Pedro Glesc
Mayo 2016

Madre eterna



Eres,
en el tiempo,
borroso recuerdo
sostenido
en débiles tintas
de fotografía vieja

risas y cantos
de la vieja infancia;
mudos recuerdos
que se esconden
en mi soledad

Tus pasos
quedaron atrás
uno tras otro,
como horas en el reloj;
crueles testigos de tus desvelos
           
No te extraño
porque
de tanto extrañar
se adormece el sentimiento
y,
entonces,
la distancia obliga al olvido;
            porque
            cada mañana
el Sol
teje con sus rayos
finas puntadas
que retienen mi alma
junto a tu corazón;
que ya no late
que se ha muerto
pero que me dio la vida
cuando ésta
en mi,
no existía.




Pedro Glesc
Mayo 2016

sábado, 12 de marzo de 2016

Adiós



La luna
está en plenitud

El aire
es helado,
cala hasta los huesos
… desgarra el alma

tu recuerdo
se esconde
en las esquinas
donde el tiempo
se atropella
y confunde
con la soledad

ya no quedan fuerzas
para extrañarte

el último aliento
será solo recuerdo
de que existí.

Pedro Glesc
Marzo 2016